Loden: historia y orígenes de un tejido atemporal
Los origenes
Un tejido que se remonta a la Edad Media, procedente de las zonas del Tirol y del Alto Adigio, y que era elaborado por agricultores. Inicialmente el loden era áspero y gris, decididamente diferente de lo que estamos acostumbrados. Se obtiene de ovejas y se utiliza en su forma básica para proteger contra inviernos largos y fríos como el jersey. Se puso de moda cuando lo usó por primera vez la aristocracia, más concretamente el emperador Francisco José durante un viaje de caza.
Gracias a él, el loden tirolés se convierte en un elegante pelaje blanco, con la adición de lana merino. De un tejido en bruto, pasa a ser una prenda refinada y buscada por los nobles de toda Europa. El color original luego cambia, del gris se tiñe de blanco, negro y rojo hasta el más famoso verde loden, un tono funcional y de camuflaje durante la caza.
El modelo del abrigo loden original, con detalles reconocibles, se llama Hubertus. Largo hasta la rodilla, con gran pliegue en la espalda, cuello sencillo y lineal y botones de asta de ciervo. Una prenda de abrigo que se convierte en un elemento imperecedero, histórico, que no falta en el armario de muchos hombres y que revive una nueva temporada dorada en los años 70.
Loden en la era moderna
Este abrigo, al igual que la famosa trenca, sufrió múltiples variaciones y evoluciones durante los años 1970. Su línea sobria y libre de excesos lo convierte en un símbolo de elegancia intelectual sin florituras. El uniforme de gente culta y políticamente comprometida. Esencial y de buen gusto. Evidentemente, al mismo tiempo, la moda crea variaciones en el uso de los tejidos, en abrigos, trajes y pantalones de mujer en muchos tonos diferentes.
Empresas históricas suministran este precioso material a la alta costura, siguiendo procesos precisos para crear un producto excelente. Su importancia es tal que se le dedica un museo en Vandoies. Un itinerario expositivo para conocer más sobre su historia.
El procesamiento comienza con la selección de la lana, luego se carda, se hila y se teje. Sometido a batán para hacerlo compacto y resistente, luego se somete a teñido, levado y fijación. Finalmente se le da el brillo mediante secadores. El clásico loden afieltrado y extremadamente impermeable se mezcla ahora con cachemira y otros materiales preciosos, el resultado es un tejido suave y confortable al tacto.
En el imaginario común, loden se identifica con el abrigo verde botella del mismo nombre, color tradicional también para las parkas de mujer, pero el mismo modelo clásico también existe en azul, gris y marrón. Sigue las líneas clásicas y también puede presentar los ya tradicionales botones de cuero redondeados. Una prenda chic y de buena calidad. Su precio ronda los 500 euros. Los hay que parten de los 300 euros mientras que algunos llegan incluso a superar los 700 euros.
La funcionalidad se une al estilo y la perfección sartorial en este icónico abrigo loden. Atemporal y con clase. Conserva su encanto histórico, la funcionalidad para la que fue concebido y el estilo con el que se ha llevado a lo largo de los años.
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