Remolacha roja: por qué y cómo utilizarla en la cocina

La remolacha roja es una de las verduras de temporada más beneficiosas: descubramos sus propiedades, valores nutricionales, contraindicaciones y cómo utilizarla en la cocina.

Indice de contenidos

¿Qué es la remolacha?

La remolacha roja, también conocida como nabo rojo, pertenece a la familia de las quenopodiáceas y ha sido apreciada desde la antigüedad por sus propiedades beneficiosas. Es una hortaliza que se cultiva en países de clima templado y es una planta de ciclo bienal.
Se consume principalmente la raíz, un tubérculo de sabor dulzón, de consistencia harinosa y más bien terrosa, rico en betanina, sustancia que le da su color rojo intenso, pero las hojas, de color verde con venas rojas, también son comestibles y ricas en vitaminas.

Propiedades de la remolacha roja

Las propiedades de la remolacha roja son variadas, de hecho es una verdura muy nutritiva y al mismo tiempo baja en calorías (20 Kcal por 100 gramos), por lo que ideal para dietas de adelgazamiento; Rico en proteínas y fibras que ayudan a regular las funciones intestinales y favorecen la sensación de saciedad.

Contiene vitaminas, especialmente del grupo B, que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar el sistema digestivo y estimular el metabolismo; también la vitamina B9 (también conocida como ácido fólico ) que es muy valiosa durante el embarazo porque ayuda a proteger y favorecer el desarrollo del embrión.
Este tubérculo es muy rico en agua y contiene muchas sales minerales como potasio, fósforo, calcio, sodio y hierro, elementos útiles para quienes padecen anemia y excelentes para combatir los periodos de cansancio y estrés.

Estudios recientes también han demostrado su eficacia para mejorar la circulación sanguínea  y la oxigenación del cerebro. También contiene flavonoides, saponinas y antocianinas, sustancias con un fuerte poder antioxidante útiles para combatir los radicales libres y mantener el organismo joven.

Remolacha roja: contraindicaciones.

El consumo de remolacha roja no es recomendable para quienes padecen gastritis, porque tiende a aumentar la producción de jugos gástricos, y al ser rica en calcio, tampoco es recomendable para quienes padecen cálculos renales. Definitivamente tampoco se recomienda para diabéticos porque contiene altas cantidades de azúcar, especialmente si se consume cocido.

Remolacha roja: recetas

Para aprovechar todas las increíbles propiedades de la remolacha, lo ideal sería consumirla cruda, quizás extrayendo el jugo que se puede mezclar fácilmente con el de la manzana o la naranja para hacerla más sabrosa, o rallándola en hojuelas encima de tu ensalada favorita., sazonando al gusto con aceite o limón.

También son muchas las recetas con remolacha roja cocida que se pueden hacer, veamos algunas de ellas:

Ensalada de remolacha roja y patatas

Ingredientes:

  • Remolachas rojas
  • papas
  • aceite de oliva virgen extra,
  • sal
  • perejil
  • alcaparras
  • Aceitunas negras

Preparación:

La preparación es muy sencilla y rápida: hervir las remolachas y las patatas por separado, dejarlas enfriar, pelarlas y cortarlas en rodajas o trozos.
Añade unas alcaparras y unas aceitunas negras. Condimentar con aceite de oliva virgen extra, perejil y sal. Una ensalada fresca y saludable.

Ñoquis de remolacha roja, scamorza ahumada y nueces

Ingredientes:

  • 100 gramos de patatas
  • 100 g de remolacha roja
  • 100 gramos de harina
  • 40 g de queso rallado
  • Nueces
  • Escamorza ahumada
  • 2 huevos

Preparación:

Hervir las remolachas y las patatas por separado, dejarlas enfriar, pelarlas y meter ambas en el pasapurés.
Añade a la mezcla 100 g de harina, 40 g de Parmigiano Reggiano rallado y 2 huevos.
Mezcla bien la mezcla hasta obtener una consistencia suave, pero no pegajosa; si es necesario agregue un poco de harina.
Forma cilindros con la masa y corta los ñoquis todos en tamaños similares. Déjalas reposar en una bandeja de horno espolvoreada con harina durante unos minutos. Mientras tanto, cortamos la scamorza en dados y pelamos las nueces, después las colocamos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra.
Hervir los ñoquis en agua con sal y saltearlos a medida que suben a la superficie. Deje que la estafarza se derrita y se mezcle bien con los ñoquis y agregue una pizca de queso rallado.

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